En Perú, una cadena hotelera europea ha sorprendido a los empresarios del país, informando que los hoteles que está desarrollando en varios lugares del país, están pensados para atender la demanda del mercado local. Una sorpresa para quienes piensan en el mercado internacional como única fuente de clientes.
Con la mejora constante de la situación económica en muchos países emergentes, cada día hay más ciudadanos con capacidad de cumplir con su eterno deseo pendiente, viajar, conocer nuevas cosas, y sentirse atendido. Al mismo tiempo el viajero internacional se está tornando más cauto con sus gastos y busca demostración para cada céntimo que invierte en sus viajes, más aun en los grandes viajes. Es normal hoy en día percibir las secuelas de las guerras de precios en aerolíneas, alojamientos, y otros servicios.
A todos nos gusta viajar, y mucho más cuando lo podemos hacer por placer, y no por obligación profesional. En mis viajes, hace años que confirme que no utilizaba muchos de los servicios por los que tenia que pagar. Desde entonces, trato de optar siempre por alojamientos limpios, seguros, lo más cercanos posible al lugar que debo o deseo visitar.
Y no soy el único. La sociedad actual quiere viajar, puede viajar más, pero tampoco quiere pagar siempre por cosas no imprescindibles. Viajamos con un objetivo, un destino. Por ello necesitamos recibir solo los servicios que inevitablemente nos ayudarán en nuestro objetivo. La optimización de gastos y la mejora en la eficiencia y los procesos son elementos que toda la sociedad demanda. Y el que no lo entienda puede estar perdiendo acceso a un importante y creciente segmento de clientes.
Ahora todos podemos llevar nuestra propia maleta (tiene ruedas), discar los números de teléfono, servirnos el café, comprar directamente nuestro boleto de avión, tomar el metro hasta el aeropuerto, si necesario, salir de casa con nuestro bocadillo, etc. Todo esto implica un ahorro de costos en el total de nuestro viaje y permite que cada día más ciudadanos puedan viajar, puedan conocer otras culturas, comparar y aprender de la realidad.
Y todo esto sin devaluar nuestra satisfacción.
Nos gusta viajar, no nos gusta gastar por gastar.
A todos…
Fuente: boletin-turistico.com