Para aquellos que piensen que el último punto del listado anterior (“ambiente de trabajo agradable”) no constituye una compensación, los invito a leer y reflexionar sobre el siguiente artículo de uno de los principales diarios franceses publicado hace unos días (en francés…claro). Trata sobre el veredicto que condena a Renault -la automotriz- por el suicidio de uno de sus ingenieros debida a carga de trabajo excesiva (hubo toda una serie de incidentes similares en Francia, no sólo en Renault sino también en Peugeot y en France Telecom, para quienes quieran investigar un poco más):